Queridos Reyes Magos:

Este año solo os quiero pedir voz para las mujeres maltratadas con las cuales me siento identificada. Hablar es lo peor que pueden pedirnos, pero es lo único que puede salvarlas de su infierno de locura. Hoy me he decidido después de un montón de tiempo. Como decir que ya es suficiente…, para que no callen su voz.

El infierno desde el paraíso. Medio mundo de engaño conocí y el resto... fue mentira
Como si de una secta se tratará caí en sus redes, o mejor en su tela de araña. Que él fue confeccionando con mucho arte, desde hacia aproximadamente un año.
Tejiendo con su seducción, con su dulzura, con su amor, con su carisma, con su sensualidad, con su inteligencia, con sus detalles, con su atractivo, con su hospitalidad…
Inexplicablemente me convertí en su chivo expiatorio. Aprendí a callar, me deje sutilmente dominar, tolere el rechazo a la comunicación, q que se deformara mi lenguaje, a que se me mintiera, aprendí a convivir con el sarcasmo, me familiarice con la burla y el desprecio. Aprendí a como utilizar la paradoja, la descalificación constante…
Renuncié a mi misma, viví entre la confusión y la duda, con esa suave tristeza insoportable y el estrés permanente, con impotencia e incertidumbre, con ese miedo… desde el aislamiento…, hasta la locura...
Finalmente en mi entorno se dispararon las alertas.

Ninguna palabra sobrevivió a nuestra historia.
La perversión le fascinaba y le seducía.
Empecé a ver el odio en los ojos de la persona amada, y junto a él la violencia.
Me había repetido hasta la saciedad q era la mujer de su vida. Si me invade la duda, releo sus escritos y poemas, donde las palabras yacen ensangrentadas cerrando los caminos.
Solo en mi corazón se agravan mis lesiones, pero las secuelas más latentes se reflejan en mi carácter, mi comportamiento, en mi manera de ser, y es entonces cuando la gente me lo recuerda, con su rechazo.
Mis protecciones triplemente blindadas, mis incoherencias, mis puntos pelota o mis arrebatos de revelación tardíos han hecho que me vuelva destructiva. La gente no comprende y yo la entiendo, tampoco es cuestión de ir por la vida diciendo... concédeme tres errores antes de eliminarme plis...

Todavía una ardua tarea por delante. Huir quedándome conmigo.
Es fácil cambiar de llaves, y de calle, y de costumbres, y de amigos, y de balcón. Es fácil deshacer las maletas en cualquier parte, incluso pasearte por barrios que jamás antes habías presentido. Pero no es fácil cambiar la manera de ser de cada uno, todos somos la consecuencia d lo q hemos vivido. El yo q llevo dentro empieza a tener prisa por salir, acelerando el proceso de olvidar las vivencias que me destruyen, encadenan y envenenan.
Mi personal naufragio diario es digerirlo y lograr saber porque ocurrió, el enigma no se ha resuelto a pesar de los meses de terapia.

Una palabra a tiempo puede matar o humillar sin q uno se manche las manos. Una de las grandes alegrías de la vida es humillar a nuestros semejantes. PIERRE DESPROGES