martes, 5 de febrero de 2008

Con todas mis historias, con todos mis errores, con mis destemplanzas, con las miles de ocasiones en que he hecho daño, con el daño que aún hoy hago, con mi disfraz sincero que no oculta sino que muestra, con mi palabra tierna, con tu voz en mi oído, con tu voz, con tu voz distante y cercana, tú que te atreves a mí, tú que te atreves a todo, tú que me has elegido, tú que quieres cruzar el mar y ser mía, tú que en el pensamiento me haces llorar, tú que te me entregas allá sola cinco veces cada noche, tú toda mía, tú elegida mía, tú Ginebra lejana, c'est moi, c'est moi, y esta conciencia de ser moi, Ginebra, Ginebra cercana, esta conciencia de ser moi me justifica, y en esta conciencia de ser moi I can easily work a miracle or two, Ginebra, y al caballero al que haya derrotado en el torneo, cuando yazga en el suelo muerto por mi lanza, Dios, Ginebra, me arrodillaré y le pediré que viva, y sí, c'est moi, y sí, el milagro es cierto, y sí, la fe lo puede todo, quizá porque la fe es el amor en acto, Ginebra, mi reina, mi señora, mi amor, mi polvo de vida, Ginebra, c'est moi, estoy ahí, estoy, contigo, amor, estoy, c'est moi, c'est moi.


(c) del texto: Santiago Tena, 2008.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

amor, ginebra, amor

Lágrimas de Mar dijo...

hay que ser muy valiente para atreverse a cruzar ese mar, mi vida

ya sabes cuanto te quiero

lágrimas de mar

Vox dijo...

Oui, mon amí c'est a toi Ginebra c'est a toi.